domingo, 22 de octubre de 2017

EL ORFEO DE JOHN ASHBERY



A Orfeo le gustaba la alegre calidad individual

de las cosas bajo el cielo. Por supuesto Eurídice era parte

de aquello. Pero un día todo cambió. Orfeo abrió

grietas en las rocas con su lamento. Ni montes ni barrancos

pudieron resistirlo. El cielo se estremeció de un confín

a otro, casi a punto de ceder completamente.

martes, 10 de octubre de 2017

BENITO DEL PLIEGO


Thursday, July 16th, 2009

1. 

Recopila, vuelve a apilar, haz la pira, y desata la tea, teatral o trémulo, espectro espectacular, la misma cadencia, el mismo caminar, las mismas fechas, la misma médula, el mismo lugar; vuelta y vuelta y vuelva a despiezar, la pira a apilar.

Mira, cerebro, celebra lo que queda y no se hable más.

2.

Debería haberse acostumbrado a estos errores, como si todo fuera estar fuera del lugar, siempre a otra hora, otra aorta y otro hostal.

Argentina, Nueva York, Charlotte, Oaxaca, Boone, Zaragoza: una ciudad tras otra, un ciudad, una más. Sorprendente la manera de llegar y de llegar: aeropuerto, la estación, billete, hora, la demora, la memoria, la falta de razón, la perdición.


Benito del Pliego
DIETARIO
Amargord, 2015




domingo, 8 de octubre de 2017

ENTREVISTA CON EL VAMPIRO


ENTREVISTA CON EL VAMPIRO


Siempre he sido una fanática de las historias de vampiros. Quizá la primera novela que leí sobre el tema -después de varios libros sobre relatos vampíricos- fue ENTREVISTA CON EL VAMPIRO. Fue, si no recuerdo mal, en 2º de la ESO, y lo recuerdo porque fue el mismo año que leí LOS SANTOS INOCENTES. Mi profesora de Lengua, Mari Carmen Carrasco, nos mandó éste último como lectura obligatoria, y luego nos puso la peli en clase. Teníamos que hacerle una especie de comparativa y centrarnos en cómo se describían los personajes en uno y otro formato. Supongo que ahí nació mi afición a la relación entre cine y literatura. Luego vendrían en los cursos siguientes otras tantas películas basadas en libros, pero ENTREVISTA CON EL VAMPIRO me fascinó. Tanto que es muy difícil que alguien soporte verla conmigo: me la sé de memoria, y cuando digo “me la sé” me refiero a que repito con los personajes cada palabra, cada gemido e incluso intercalo los diálogos con la música de fondo. Tarareo los violines, punteo los clavicordios, mientras por otro lado escupo de memoria las palabras de cada personaje. Una locura, vamos. Si no me fallan las cuentas, la habré visto más de 150 veces, porque perdí la cuenta después de esa soñada cifra. ¿Era un reto? No lo sé, pero cada vez que la he visto he disfrutado como la primera. Y la sigo viendo, y me sigo emocionando, y sigo tarareando para, de repente, cortarme a mí misma cuando hablan los personajes (quizá esto deba tratarlo un experto, pero vamos al tema).

lunes, 2 de octubre de 2017

DOS POEMAS DE DAVID GONZÁLEZ LAGO


LO QUE ESPERO DE TI

Espero de ti un amor animal,
instintivo, sin prejuicios,
que me vigile con empeño
y me taladre
sin rencor ni alevosía,
que se alimente de mí
-vivo o muerto-
o me integre en su manada ácida
y me muestre los caminos más seguros
y las vallas eléctricas de alambre
que tendré que evitar a toda costa
-como ahora estoy evitando
tu mirada hexagonal-.
Me va la vida en ello.

No espero de ti
bandejas de chuletas
envasadas al vacío,
precocinadas y templadas,
aliñadas y tan tristes
como una gacela herida.
Tampoco espero una salsa
de amor liviano,
con abrefácil
y lista para usar.
Conozco tu instinto asesino,
te sé una depredadora agazapada,
una fiera indómita y salvaje,
insurrecta,
revolucionaria, 
escurridiza.
Estudié tus peligrosas
características selváticas,
he leído a fondo
tu manual de instrucciones.

¿Cómo voy a temer
tu fiereza?
¿Cómo no sucumbir
a tu brutalidad,
a tu olor intenso
a bestia cosmopolita?

Conozco todos los riesgos que entrañas.
Sé que contigo puedo aspirar
únicamente
a un éxtasis irracional.
No espero menos de ti.