Mi querido Will:
A estas alturas ya debe de estar
curado (por lo menos por fuera). Espero que no esté muy desmejorado. ¡Menuda
colección de cicatrices la suya! Nunca olvide quién le produjo las mejores y
sea agradecido. Nuestras cicatrices tienen la virtud de recordarnos que el
pasado fue real.
Vivimos en una época primitiva,
¿verdad, Will? Ni salvaje, ni erudita… Su maldición son las medias tintas.
Cualquier sociedad racional me habría matado o habría sacado algún partido de
mí.
¿Sueña usted mucho, Will? Pienso
a menudo en usted.
Su viejo amigo,
Hannibal Lecter
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