HIC SUNT DRACONES
Qué será no lo sabemos
pero según podemos deducir por ahora
del examen minucioso de datos provisionales,
el libro de poemas ya no será
un catálogo de concesionario de coches lujosos de importación,
un prospecto publicitario de la ciudad-parque temática,,
una hoja de uso de medicamentos para crear realidad virtual,
un manual de instrucciones para cazadores de absolutos.
La mayoría ciudadana ve a los poetas como creyentes
en dragones,
porque lo ha visto angustiados buscando centauros
en bosques dudosos.
Pero si el poeta sale hacia terrenos
donde ha oído que viven dragones,
ha salido buscando palabras
para nombrar las regiones blancas de los papeles.
Sean centauros y dragones,
sean sapos y culebras.
El poeta es un especulador,
el poeta es un recalificador de terreros.
Pisa las tierras de los solares,
respira los aires condicionados de los edificios,
queriendo calificarlo todo
todo lo revuelve
y por remover ambientes
revolver terrenos
y nombrar silencios
en silencio
es enterrado.
Luis Garde Iriarte
(Iruña, 1961)
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