lunes, 15 de agosto de 2016

De mi amado SOREN PEÑALVER sobre VERBOS POR DENTELLADAS



Por si alguien gusta de leer lo que mi querido Soren dice de VERBOS POR DENTELLADAS (RavensWood Books Ed., 2016) hoy en La Opinión. 

Por lo de la vanidad y esas cosas de las que hablábamos ayer JB y AC...


UNA VOZ PARA EL FUTURO


Con veste de estridentes colores, rasgada, y lengua audaz, en la cima de un altazor arqueológico de Asia Menor (Sardes, Pérgamo, Priene, Dídima, Éfeso, Afrodisias…), imagino en mis sueños diurnos a Noelia, mi amiga, mi hermana, mi hija, mi colactánea.

¿A quién se dirige? ¿A dónde se encaminan sus palabras; su voz desgarrada, rebelde, y por cuyos sonidos incontrolados se escapa la ternura? La poeta, andrógina, viril y tanto más femenina… (hablamos de antes que cayese en desgracia la norma omniamorosa), eligió la clasicidad, y se entregó a Ovidio, al Ovidio más comprometido con la mujer, traduciendo del poeta latino Las Heroidas; luego, y mientras enseñaba a los más jóvenes las palabras sabias, escribió de sus insomnios (un tanto de desvelo en el durmiente no va en contra de apreciar el sueño), compuso un libro de poemas, Calamidad y Desperfectos (2012), que se reeditó prontamente.

Mujer y escritora incansable, Noelia ha dado a conocer la obra de otros escritores y poetas, colaborando en revistas literarias, en festivales poéticos, en opiniones de prensa… La antología de poesía titulada El oro de los tigres (Editorial Balduque, 2015) fue el homenaje debido a su admirado poeta, amigo y maestro José María Álvarez.

Admirable es su actividad como codirectora de la revista de poesía La Galla Ciencia, junto a Joaquín Baños y los fieles Samuel Jara y Daniel J. Rodríguez. Se ha dedicado, además, al estudio de la obra poética del mexicano Efraín Bartolomé, del que promociona la obra por estas tierras, y a mediados del próximo septiembre hará una presentación española del mismo. En la actualidad, Noelia está entregada a una tarea conjunta con Álvarez: una traducción de Catulo, así como un libro de conversaciones con el poeta de Tosigo Ardento.

Noelia Illán Conesa es noticia literaria de actualidad por un nuevo libro de poemas, el segundo: Verbos por dentelladas (RaVenWoodBooks Editorial, Colección Fleurs de Marécage, nº6, 2016). Un libro propio, por fin, después de cuatro largos años de espera para muchos de Noelia, que la siguen internacionalmente, pues su poesía es universal por la perspectiva e intereses culturales, lengua escogida, amplia y audaz (como ya se ha indicado).

Uno de los poemas de Noelia, casi escogido al azar, como es el titulado Te aseguro que alguien se acordará de nosotras (pág. 60), augura el estudio amplio de un futuro conocedor de la poesía illanesca. Ya en los versos de Ezra Pound que abren el poema de Noelia se señala la clasicidad y el academicismo de la fuente donde bebe la autora: «Si quieres el meollo, / ve a Safo, Catulo, Villon».
La modernidad de Pound, en el sentido más rimbaudiano, invita a que sigamos a Noelia, que también alude a otro gran poeta, Gerald de Nerval, y uno de los bellísimos sonetos de sus Chiméres (Quimeras), El desdichado (titulado así, en castellano, en el original). El poema de Noelia no puede ser fragmentado, y como primicia a los inmediatos lectores de esta página, lo damos aquí al completo:

Te has quedado sola,
como el Príncipe de Aquitania
en su torre abolida,
desierta de hombres y besos.
Tus manos cubren de sábana
un cuerpo helado, marchito,
que el cruel himeneo abandonó.
Alguien te recordará entonces
acurrucada en el vientre de Atis
 –o cualquiera otra. Poco importa–.
Tú preferirás eso:
el crepúsculo de esos ojos,
el regazo suave y cubierto de ámbar.
Los dioses, algunos, se olvidaron de ti.
Y ahora estás sola,
como el Príncipe de Aquitania,
terriblemente lésbica y carnal
en tu torre abolida.

Noelia Illán Conesa, nacida en la antiquísima Cartagena, tiene el presente más luminoso que se desee y el futuro que su ciudad promete con la belleza de los nuevos descubrimientos de su pasado; «el pasado», que como escribió Marcel Proust, «no sólo no es fugaz, es que no se mueve de sitio». Los sedimentos de esa enlazada historia de Cartagena, el aire mineral de sus mediodías y tardes soleadas, el hálito de sus noches marinas, están en la voz, cavernosa y musical que viene de lejos y resulta tan cercana, de Noelia Illán Conesa, nuestra poeta de matia magnitismena (ojos magnéticos).

Carolina Illán Conesa y Vanessa Castaño Sanz, respectivamente, han elaborado con gusto, aportando la fotografía y el diseño, la cubierta del elegante libro. Gracias por tus Verbos por dentelladas, querida Noelia, que nacidos de los hondos del ser, merecerán ser registrados por los mecanismos de la inteligencia artificial, con destino a la incógnita de la posteridad.


Soren Peñalver


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